Hace tiempos no teníamos una fiesta tan épica como la acontecida frente al cementerio de Tejar del Guarco, este pasado domingo 14 de junio. Días antes, había unos cuantos incrédulos que auguraban una fiesta pasada por agua; pero la vida tenía reservada esa tarde para el disfrute general de los muchachos y muchachas asistentes. Al parecer, los rosarios, trisagios y novenas que algunos venían realizando días antes del evento, dieron resultado para finalmente, disfrutar de uno de los mejores eventos que haya atestiguado el barrio en los últimos tiempos.
El chivo fue calentando con la tarde. El portón de la casa de Dayan parecía la abertura de una alcancía por donde poco a poco, como juntando menudo, ingresaban los artistas del ruedo para ir tomando posiciones en ese histórico jardín para convertirse en un enorme hormiguero humano. A medida que el murmullo se volvió escandalo, empezó a notarse con más fuerza el "birrita a mil, hamburguesas a mil también".
Empezaron a alistarse los tarros y No Name fue el primero en mandarse, seguido por Calacas, Ticking Time Bomb, Cero Absoluto para cerrar con un super show de parte de Kalibre 38, en el cual me mandaron a dialogar con la arena después de un porrazo en la cabeza, de parte de alguien que se lanzó desde aquel mítico horno de concreto, el mismo donde Doña Cala se jalaba el pan más sabroso del universo.
Definitivamente, este chivo deparó muchas historias para todos los presentes y quizá la mejor forma de ayudar a su narración son las imágenes que pese al sol, las buenas conversaciones, las birras y etc. resultaron del evento.
